Vista parcial de las 14 estaciones del Vía Crucis |
Una vez más un incansable grupo de católicos se dieron cita a las puertas de la Fresh Gallery para rezar, esta vez el Vía Crucis, en desagravio por la exposición blasfema Obscenity.
Uno de los jóvenes de la organización abrió el acto diciendo que el reunirnos de este modo «no es un deber de sentimientos, sino un deber de católicos». «En esta España laicista en la que nos ha tocado vivir -prosiguió- somos pocos los católicos, pero menos fueron los apóstoles y pocos fueron los cristianos que morían en las catacumbas». Finalizó recordando las palabras de Pío XI en la Quas Primas «cuanto más se oprime con indigno silencio el Nombre suavísimo de Nuestro Redentor, en las reuniones internacionales y en los parlamentos, tanto más alto hay que gritarlo y con mayor publicidad hay que afirmar los derechos de Su Real Dignidad y Potestad. ¡Viva Cristo Rey!».
A continuación se procedió al rezo del Vía Crucis por los padres Juan María de Montagut, Eduardo Montes, Carlos Mestre y Arturo Vargas. Con intensa piedad y devoción los fieles contemplaron cada una de las 14 estaciones, meditando, rezando y cantando. Finalizaron las oraciones con el canto del Perdona a tu pueblo, Señor.
El colofón final lo puso Ignacio de Loyola Crespí de Valldaura y de Gonzalo, quien recordó al público presente que «frente a esta representación de la Roma más retrógrada, frente a este canto a la decadencia y oda a la perversión, hemos elevado una suerte de entre 100 y 200 Vía Crucis al Cielo. Alegraos y regocijaros». «Las batallas se ganan a golpe de oración» -prosiguió-, por lo que «sustituyamos el tradicional lema del Ejército, que reza "El honor es mi divisa", por "La oración es mi divisa"». «Frente a esta perversión y juglaría: clerecía», sentenció.
A continuación ofrecemos a nuestros seguidores una colección de fotografías y vídeos del acto.
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